Español: NUEVO ESCUDO DE SAN JOSÉ DE MINAS
Este es el nuevo escudo de San José de Minas, ganador del concurso con puntaje 149/150. En esencia no se aleja del escudo anterior, al contrario trata de afirmarlo como ícono cívico de nuestra ruralidad, complementando veinte elementos gráficos que buscan amalgamar la identidad y la cultura de la sociedad mineña.
SIMBOLOGÍA
El Sol se muestra radiante en la parte central superior del escudo, simboliza la grandeza del pueblo de Minas y el cobijo permanente que ofrece su calidez. Lo acompañan a los extremos dos cuernos de la abundancia que reflejan la prosperidad y la generosidad de su tierra en la variedad de productos. Se incluye dos elevaciones cobijadas por un majestuoso y azul cielo, son el Ninamburo y el Mirador del páramo, dos referentes naturales que han sido testigos del progreso de la parroquia, custodios callados que permanecerán quietos por generaciones. La fe religiosa que la gente de San José de Minas profesa, se manifiesta en este escudo con el mayor símbolo cristiano, la cruz católica, referente la localidad en la cima de las dos torres del Santuario de la Virgen de la Caridad. La fe no puede ser completa sin la solidaridad comunitaria ni una buena educación, dos aspectos que se plasman en el estrechón de manos sobre un gran libro abierto, denotando que en esta parroquia la gente se cultiva desde las aulas y en unión familiar. El azadón y el pico son herramientas que no faltan en cada hogar de la parroquia, dos instrumentos que empuñados fuertemente, han labrado el diario vivir de sus campesinos. Sobre suelo fértil y bondadoso se paran erguidos los maizales, corren ríos, acequias y quebradas y dan soporte al tranquilo paso del ganado vacuno, todo esto en un entorno lleno de biodiversidad, representado por un colibrí en la parte central inferior. Sobre una ornamental y sinuosa bandera se inscribe una representativa frase del himno de la parroquia “ELEVEMOS A MINAS LOOR”. Finalmente, manteniendo el mismo marco del escudo actual, se posan dos banderas de la parroquia a los costados de la enmarcación, cruzando sus astas y sobre las que aparecen el laurel y el olivo, que en conjunto simbolizan la victoria y la paz, la nobleza, el triunfo, el valor y la sabiduría de un pueblo que nunca se cansa de prosperar.
Autor: Edwin Hernán Rodríguez Flores