Apártate de mí, Satanás , la enciclopedia libre

Apártate de mí, Satanás (1895) de Iliá Repin, Museo Ruso de San Petersburgo

Apártate de mí, Satanás es una frase de Jesús de Nazaret dirigida al apóstol Simón Pedro, narrada los evangelios de Marcos (Mc. 8:33) y Mateo (Mt. 16:33). Simón Pedro, tras reconocer a Jesús como hijo de Dios (en el episodio conocido como la Confesión de Pedro) le pide también que evite su tormento y muerte, lo que provoca la airada reacción de Jesús y su frase de Apártate de mí, Satanás, que las biblias en castellano han traducido de diferentes maneras. A menudo se cita la frase también su versión latina Vade retro satana.[1]

En el episodio de la Tentaciones de Jesús en el desierto (Mt. 4 y Lc. 4) Jesús rechaza con la misma frase al demonio (denominado, respectivamente, como tentador -en griego: ὁ πειραζῶν, ho peirazōn- o diablo -ὁ διάβολος, ho diabolos-).[2][3]

Referencias

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  1. San Jerónimo tradujo el texto original griego como Vade retro me Satana (en Marcos) y Vade post me Satana (en Mateo).
  2. Takashi Onuki (2008). Jesus In History And Today. p. 127. «Pedro, que después de decir "Tú eres el Mesías", comenzó a reprender a Jesús. La reprimenda de Jesús, "¡Apártate de mí, Satanás!" está conectada con la visión». 
  3. Walter Balfour (1826). Una investigación sobre la doctrina bíblica relativa al diablo y a Satanás. «La expresión "apártate de mí, Satanás", es la misma que nuestro Señor usó (Lucas 4, 8) cuando fue tentado por el diablo y Satanás. No hay nada extraordinario en llamar a Pedro Satanás, como David y el ángel del Señor fueron llamados así en el Antiguo Testamento. "Apártate de mí, adversario" era un lenguaje muy apropiado, pues Pedro era el adversario de nuestro Señor, no por designio, sino por ignorancia».