Alonso Morgado refirió en 1587 que los vecinos de Sevilla habían mejorado las fachadas de sus viviendas:[4]
Todos los vecinos labran ya las casas a la calle, lo cual da mucho lustre a la ciudad. Porque en tiempos pasados todo edificar era dentro del cuerpo de las casas, sin cuidar de lo exterior, según que hallaron a Sevilla en tiempos de los moros.
Pedro Mejía escribió en 1548 el siguiente diálogo local:[1]
-Vamos y tomemos por esta otra calle, que está muy embarazada con la labor de este mercader.
-Bien decís, más ¡qué buena delantera ha hecho en su casa!
-Cierto, en grande manera se ha esto enmendado en Sevilla, porque todos labran ya a la calle y de diez años a esta parte se han hecho más ventanas y rejas a ellas que en los treinta de antes.
Una de las casas palacio del siglo XVI que se conserva en la ciudad es la Casa de los Pinelo, construida para un canónigo miembro de una familia de comerciantes genoveses.[5]
Se conoce la ubicación de las casas de muchos mercaderes de origen vasco. Ignacio Ybarburu, que aparece en las juntas del consulado desde 1667 a 1684, tenía su casa en la calle Cruces. Andrés de Madariaga e Iturbe fue consiliario, cónsul y prior del consulado, que asistió a las juntas entre 1636 y 1646, tenía su casa junto al convento de San Francisco. Juan Lizarralde, que fue consiliario del consulado y acudió a sus juntas de 1653 a 1663, tenía su casa en la plaza de San Bartolomé. Los Jáuregui, por su parte, tenían la casa en la calle Murillo.[6]
Cuatro casas-palacio conocidas de cargadores a Indias en Sevilla que se han conservado son las siguientes:
Casa de las Cadenas, erigida a finales del siglo XVII por el cargadorportugués Manuel de Barrios, debiendo su nombre a las cadenas que lució en su portada como privilegio por haber albergado a la custodia del Corpus en 1692, cuando la procesión fue sorprendida por una tormenta. La portada es obra de mármoles italianos atribuida a J. A. Ponsonelli. El patio y la escalera conservan la estructura original.
Casa de las Cuatro Torres, erigida entre 1736 y 1745 por el cargadorsirioJuan de Fragela, engloba cuatro edificios independientes, pero concebidos con espíritu unitario. Presenta rasgos significativos del barroco dieciochesco gaditano, como las torres mirador y la decoración pintada en fachadas.
Casa de las Cinco Torres, conjunto erigido hacia 1771, conformado por cinco viviendas simétricas, cada una con su propia torre de avistamiento, que junto a las de la vecina Casa de las Cuatro Torres protagonizaban la singular vista de la ciudad a los viajeros que llegaban por mar.
Vista de las torres de los cargadores de Cádiz desde la Torre de Poniente
Palacio y Torre de los Marqueses de Villarreal de Purullena, erigido en el siglo XVIII por los cargadores y marqueses del mismo nombre siguiendo en su interior una profusa decoración rococó. Contaba con un extraordinario mobiliario y bellos jardines. Anunciado como futura sede de la Fundación Goytisolo.
Palacio de Santa Cruz o de Valdivieso, que se construye en el siglo XVII siguiendo el mismo esquema compositivo del de Araníbar, con monumental portada flanqueada por columnas de orden toscano y remate superior con doble frontón.
Casa de Roque Aguado, del siglo XVIII, que incorpora elementos barrocos y con un patio, herrajes y yeserías que refuerzan en su interior el carácter áulico del edificio.
Palacio de Reynoso, del siglo XVIII, de bello patio interior y sede provisional del Ayuntamiento.
Casa de Arizón, construida a principios del siglo XVIII, conserva el sector residencial y los almacenes. Tiene una torre mirador en forma de sillón a la manera de algunas torres-mirador de Cádiz.
Casa de Moreda, construida en el siglo XVII, se le conoce también por el nombre de Casa de Manjón, apellido de los propietarios del edificio desde hace doscientos años.
Casa Rodríguez Pérez o Casa Mergelina, construida en los siglos XVII y XVIII. Está situada en la calle San Agustín.