Criptocristalina , la enciclopedia libre

La textura criptocristalina (del griego κρυπτός kryptós 'oculto' y κρυστάλλινος krystállinos, 'de cristal') se refiere al aspecto físico de ciertas rocas que se caracterizan por estar formadas por cristales diminutos, no observables a simple vista.[1]​ Su naturaleza cristalina solo es observable, e incluso con dificultad, en muestras cortadas en lámina delgada por medio del microscopio petrográfico o por medio de un microscopio electrónico.[2]

Entre las rocas sedimentarias, por ejemplo, el sílex y el chert son criptocristalinas. El carbonado, una forma de diamante conocida como «diamante negro», también es criptocristalino. Algunas rocas volcánicas, especialmente las de tipo ácido, como las felsitas y las riolitas, pueden tener una matriz criptocristalina, a diferencia de la obsidiana (ácida) o la taquilita (básica), que son vidrios naturales, sin estructura cristalina. El ónix, la calcedonia y el ágata también presentan una textura criptocristalina.

Véase también

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Notas y referencias

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  1. Real Academia de Ingeniería «criptocristalino». Diccionario Español de Ingeniería. Acceso 12 de febrero de 2017.
  2. Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. «criptocristalino, na». Vocabulario Científico y Técnico. Acceso 12 de febrero de 2017.