Golpe de Estado , la enciclopedia libre

El general Napoleón Bonaparte durante el golpe de Estado del 18 de brumario en Saint-Cloud, detalle de un cuadro de François Bouchot (1840).
El Palacio de la Moneda bombardeado durante el Golpe de Estado en Chile de 1973, el presidente Salvador Allende se suicidaría en su interior ese mismo día.

Un golpe de Estado (en francés: coup d'État, lit. 'golpe de Estado'; también conocido como golpe o derrocamiento) es la toma y destitución del gobierno y los poderes de un Estado.[1][2]​ Normalmente, se trata de una toma ilegal del poder por parte de una facción política, un partido político, una secta, un grupo rebelde o militar.[3][4][5]

Se distingue de los conceptos de revuelta, motín, rebelión, revolución o guerra civil. Usualmente estos términos se utilizan con poca propiedad o con intenciones propagandísticas, y en el transcurso de los hechos y procesos históricos, se suelen combinar entre sí. El pronunciamiento es forma particular de rebelión militar, asociada principalmente a España, Portugal e Hispanoamérica en el siglo XIX, que en ocasiones es difícil distinguir del golpe de Estado.

Jorge Rafael Videla juramentando como presidente de Argentina tras el golpe de Estado de 1976.
Golpe de Estado militar en Polonia en 1926.

El Golpe de Estado también puede darse en el momento en que un poder del estado intenta o derroca a los otros poderes, o si se interfiere de manera jurídica en las elecciones populares para la elección de un presidente o jefe de Gobierno.

Según una estimación, hubo 457 intentos de golpe de Estado entre 1950 y 2010, la mitad de los cuales tuvieron éxito.[6]​ La mayoría de los intentos de golpe de Estado se produjeron a mediados de la década de 1960, pero también hubo un gran número de intentos de golpe de Estado a mediados de la década de 1970 y principios de la década de 1990.[6]​ Los golpes de Estado que se produjeron en el período posterior a la Guerra Fría han tenido más probabilidades de dar lugar a sistemas democráticos que los golpes de Estado de la Guerra Fría,[7][6][4]​ aunque los golpes de estado siguen perpetuando mayoritariamente el autoritarismo[8]

Muchos factores pueden llevar a que se produzca un golpe, así como determinar el éxito o el fracaso del mismo. Una vez que el golpe está en marcha, el éxito depende de la capacidad de los golpistas para conseguir que las élites y el público crean que su intento de golpe tendrá éxito.[9]​ El número de golpes de Estado exitosos ha disminuido con el tiempo.[6]​ Es probable que los golpes fallidos en sistemas autoritarios refuercen el poder del gobernante autoritario.[10][11]​ El número acumulado de golpes es un fuerte predictor de futuros golpes, un fenómeno conocido como la "trampa del golpe".[12][13][14][12]

En lo que se conoce como "a prueba de golpes", los regímenes crean estructuras que dificultan que cualquier grupo pequeño se haga con el poder. Estas estrategias golpistas pueden incluir la colocación estratégica de grupos familiares, étnicos y religiosos en el ejército y la fragmentación de los organismos militares y de seguridad.[15]​ Sin embargo, el antigolpe reduce la eficacia militar, ya que se prioriza la lealtad sobre la experiencia a la hora de ocupar puestos clave en el ejército.[16][17][18][18][19][20][21]

Etimología

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El término proviene del francés coup d'État, que significa literalmente 'golpe de Estado' o 'golpe de Estado'.[22][23][24]​ En francés, la palabra État (pronunciación en francés: /eta/) se escribe con mayúscula cuando denota una entidad política soberana. [25]

Aunque el concepto de golpe de Estado ha aparecido en la política desde la antigüedad, la frase es de acuñación relativamente reciente.[26]​ No apareció en un texto inglés antes del siglo XIX, excepto cuando se utilizaba en la traducción de una fuente francesa, ya que no existía una frase sencilla en inglés para transmitir la idea contextualizada de un "golpe de gracia a la administración existente dentro de un Estado".

Una de las primeras veces que se utilizó en un texto traducido del francés fue en 1785, en una traducción impresa de una carta de un comerciante francés, en la que comentaba un decreto arbitrario o arrêt emitido por el rey francés que restringía la importación de lana británica.[27]​ Lo que puede ser su primer uso publicado dentro de un texto compuesto en inglés es una nota del editor en el London Morning Chronicle', 7 de enero de 1802, informando del arresto por Napoleón en Francia, de Moreau, Berthier, Masséna, y Bernadotte: "Circulaba ayer la noticia de que se había producido en Francia una especie de golpe de Estado, como consecuencia de una formidable conspiración contra el gobierno existente."

En la prensa británica, la frase llegó a utilizarse para describir los diversos asesinatos cometidos por la supuesta policía secreta de Napoleón, la Gens d'Armes d'Elite', que ejecutó a Duque de Enghien: "los actores de la tortura, los distribuidores de las damas envenenadoras, y los verdugos secretos de aquellos individuos o familias desafortunadas, a quienes las medidas de seguridad de Bonaparte exigen eliminar". En lo que los tiranos revolucionarios llaman grand[s] coups d'état, como carnicería, o envenenamiento, o ahogamiento, en masa, son empleados exclusivamente."[28]

Origen y evolución del concepto

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El concepto de «golpe de Estado» comenzó a ser empleado en Francia en el siglo XVII para referirse a una serie de medidas violentas y repentinas tomadas por el Rey, sin respetar la legislación ni las normas morales, generalmente para deshacerse de sus enemigos, cuando el rey mismo consideraba que eran necesarias para mantener la seguridad del Estado o el bien común.[29]​ En este sentido original, el concepto era muy similar a lo que se denomina en la actualidad autogolpe, es decir, el desplazamiento de ciertas autoridades del Estado, por parte de la autoridad suprema.

La locución se fue ampliando a lo largo del siglo XIX para significar la acción violenta de un componente del Estado, por ejemplo, las fuerzas armadas, con el fin de desplazar a la cabeza del mismo. El concepto se superpuso entonces, y a la vez se diferenció, del de «revolución», caracterizado sobre todo por estar principalmente organizado por civiles ajenos al Estado.

Ya en el siglo XX, en 1930 apareció el libro Técnica del colpo di Stato (Técnica del Golpe de Estado) de Curzio Malaparte, que impondría el uso generalizado del concepto, básicamente en su acepción moderna, a partir del análisis crítico de las acciones del fascismo y el nazismo. Malaparte aplica el concepto del golpe de Estado no solo a una operación ejecutada por integrantes del Estado, sino también por poderes civiles, que —mediante la desestabilización del gobierno a través de acciones orientadas a generar caos social— provocan su caída y acceden al poder.

Para Malaparte, la diferencia sustancial del concepto de golpe de Estado con los de «guerra civil» y «revolución» es esencialmente el uso de la sorpresa y la escasa duración relativa de las operaciones, «reduciendo "al mínimo el tamaño y la intensidad de la confrontación armada"».[29]

En 1962, Samuel Finer escribió otro libro importante para la conceptualización del golpe de Estado: The Man on Horseback: The Role of the Military in Politics (tit. trad. Los militares en la política mundial).[30]​ La edición original de Finner fue ampliada en 1975 (Peregrine Books) y en 1976 (Penguin Books); en 1988 se realizó también una edición publicada por Westview Press.

Finner, pensando en los militares, distingue cuatro niveles de presión sobre el Estado, de los cuales considera legítimo solo al primero:

  1. Presión sobre el gobierno o los parlamentarios, para influir a favor de sus intereses;
  2. Reclamos al gobierno o el parlamento bajo aviso de que, en caso de no ser aceptados, procederán a realizar acciones dañinas. Finner considera este nivel como extorsión ilegítima. Aun sin que el gobierno cambie, Finner sostiene que esta situación podría dar lugar a un «golpe de Estado tácito», en el que el gobernante toma las decisiones que le impone el grupo de presión.
  3. Uso de la violencia o amenaza de violencia para reemplazar al gobierno civil por otro gobierno civil.
  4. Uso de la violencia o amenaza de violencia para reemplazar al gobierno civil por un gobierno militar.[31]

En el curso del siglo XX, el golpe de Estado adoptó la forma típica de una acción de las fuerzas armadas desplazando por la fuerza al gobierno establecido. Sin embargo, sobre todo a partir del colapso de las dictaduras latinoamericanas, en la década de 1980, los golpes de Estado han ido adoptando formas más complejas y menos evidentes, mediante técnicas de desestabilización económica («golpes de mercado») y generación de climas de caos social (saqueos, huelgas, etc.), que pueden ser agudizados mediante el uso de medios de comunicación de masas.

Diferencias y similitudes con otros conceptos emparentados

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El concepto de «golpe de Estado» está emparentado con otros conceptos relacionados con trastornos del poder político, como los de revuelta, motín, rebelión, revolución o guerra civil. Estos términos se utilizan de ordinario con poca propiedad o con intenciones propagandísticas o de desinformación. En el transcurso de los procesos históricos, estos fenómenos no suelen presentarse en forma pura, sino combinados entre sí.

  • Golpe de Estado y revolución: una revolución, en la Ciencia Política, es un cambio social profundo y relativamente veloz, que usualmente —aunque no necesariamente— implica confrontaciones violentas entre sectores. Una revolución puede combinarse, y suele suceder, con uno o más golpes de Estado, cuando las autoridades legales son desplazadas por medios ilegales, sean estos evidentes o manteniendo una apariencia de legalidad.
  • Golpe de Estado y guerra civil: una guerra civil es un enfrentamiento militar generalizado y extendido en el tiempo, entre dos bandos de una misma sociedad. Se diferencia del golpe de Estado, sobre todo, por su duración, ya que el golpe de Estado es repentino y de corta duración (horas, a veces pocos días).
  • Golpe de Estado, rebelión y motín: Muchas veces los golpes de Estado han tomado la forma de sublevaciones o rebeliones militares. En estos casos deben ser distinguidos del «motín», ya que este es una desobediencia colectiva de un grupo de militares frente a sus mandos naturales, que no tiene como fin derrocar al gobierno, ni establecer determinadas políticas o cambios institucionales.
  • Golpe de Estado y revueltas: los trastornos institucionales suelen ir acompañados de revueltas, en parte provocadas intencionalmente y en parte espontáneas, en las cuales muchedumbres ocupan los espacios públicos, desafiando la autoridad de los poderes establecidos, a veces de manera violenta. Las revueltas generan situaciones de caos social, que pueden ser aprovechadas tanto por quienes impulsan los golpes de Estado, como por quienes buscan defender el poder establecido.
  • Golpe de Estado y putsch: el término alemán putsch (textualmente «empujón») tiene un significado muy similar a golpe de Estado, pero usualmente está referido a intentos fallidos de golpe de Estado, como el putsch de Múnich.[32]
  • Golpe parlamentario: en muchos países suele estar previsto que el Congreso haga juicio político y finalmente destituya al presidente de la nación, en caso de que este cometiera algún delito durante su gestión. En algunos casos dichos juicios son equiparados con golpes de Estado, dado el uso de artificios legales para que una mayoría parlamentaria destituya a un presidente,[33]​ aun cuando se trata evidentemente de procedimientos con un objetivo político. El concepto —relativamente nuevo— de golpe parlamentario no es compartido por todos los analistas políticos.[34][35]

Medidas legales contra los golpes de Estado

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Varias constituciones del mundo[¿cuál?] poseen normas especiales para prevenir y castigar a los responsables de la comisión de golpes de Estado, a la vez de un régimen penal para sancionar los delitos contra la democracia.

Estas normas están básicamente orientadas a dos situaciones:

  • El efecto de los actos realizados por las autoridades que asumieron el poder en virtud de un golpe de Estado, disponiendo, por ejemplo, que los mismos serán "«insanablemente nulos»;[36]
  • Las penas a ser aplicadas a los responsables de haber intentado o realizado un golpe de Estado.
  • Penas que en su mayoría y contra sus responsables y/o líderes cuyas acciones son catalogadas como "traición a la patria"

Mandatarios actuales que han asumido el poder mediante un golpe de Estado

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Nombre País Año del golpe
Teodoro Obiang Nguema Guinea EcuatorialBandera de Guinea Ecuatorial Guinea Ecuatorial 1979
Yoweri Museveni UgandaBandera de Uganda Uganda 1986
Denis Sassou-Nguesso República del CongoBandera de República del Congo República del Congo 1997
Abdelfatah El-Sisi** Egipto Egipto 2013
Mahdi al-Mashat Bandera de Yemen Yemen 2015
Emmerson Mnangagwa** ZimbabueBandera de Zimbabue Zimbabue 2017
Assimi Goita••• MaliBandera de Mali Mali 2020
Min Aung Hlaing••• Bandera de Birmania Birmania 2021
Mamady Doumbouya••• GuineaBandera de Guinea Guinea
Abdelfatah al Burhan Bandera de Sudán Sudán
Ibrahim Traoré••• Burkina FasoBandera de Burkina Faso Burkina Faso 2022
Abdourahamane Tchiani••• NígerBandera de Niger Níger 2023
Brice Oligui••• GabónBandera de Gabón Gabón

** Confirmados en el cargo consecuentemente mediante elecciones aparentemente libres.[37][38]
••• Gobernando temporalmente mediante una «junta militar».

Véase también

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Referencias

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  1. «GOLPE — GOLPEJAR». Enciclopedia Espasa XXVI: 523. Consultado el 25 de diciembre de 2022. «... medida violenta mediante la cual una agrupación o cuerpo político ó una persona se apoderan del poder con ayuda de la fuerza armada». 
  2. Brown, Garrett Wallace; McLean, Iain; McMillan, Alistair (2018). The concise Oxford dictionary of politics and international relations. (4.ª edición). ISBN 978-0-19-174956-8. OCLC 1020773939. Consultado el 25 de diciembre de 2022. 
  3. Real Academia Española. «golpe de Estado». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  4. a b Powell, Jonathan M.; Thyne, Clayton L. (2011-03). «Global instances of coups from 1950 to 2010: A new dataset» (PDF). Journal of peace research (en inglés) 48 (2): 249-259. ISSN 0022-3433. doi:10.1177/0022343310397436. Consultado el 25 de diciembre de 2022. «Coups may be undertaken by any elite who is part of the state apparatus. These can include non-civilian members of the military and security services, or civilian members of government». 
  5. Przeworski, Adam (2015-01). «Acquiring the habit of changing governments through elections». Comparative political studies (en inglés) 48 (1): 101-129. ISSN 0010-4140. doi:10.1177/0010414014543614. Consultado el 25 de diciembre de 2022. «an entire sequence of elections may occur peacefully, with or without alternations, and then some exogenous event may lead to a coup, usurpation of power by the current incumbent, civil war, or some other constitutional irregularity». 
  6. a b c d Derpanopoulos, George; Frantz, Erica; Geddes, Barbara; Wright, Joseph (2016). «Are coups good for democracy?». Research & Politics 3 (1): 2053168016630837. ISSN 2053-1680. 
  7. Marinov, Nikolay; Goemans, Hein (2014). «Coups and Democracy». British Journal of Political Science 44 (4): 799-825. ISSN 1469-2112. S2CID 55915744. 
  8. Brooks, Risa A. (2019). «Integrating the Civil–Military Relations Subfield». Annual Review of Political Science (en inglés) 22 (1): 379-398. ISSN 1094-2939. 
  9. Singh, Naunihal (2014). Seizing Power: The Strategic Logic of Military Coups (en inglés). JHU Press. ISBN 978-1-4214-1336-5. 
  10. Timoneda, Joan C.; Escribà-Folch, Abel; Chin, John (2023). «La prisa por personalizar: Power Concentration after Failed Coups in Dictatorships». British Journal of Political Science 53 (3): 878-901. ISSN 0007-1234. S2CID 257479041. doi:10.1017/S0007123422000655. hdl:10230/57138. Archivado desde el original el 21 de julio de 2023. Consultado el 21 de julio de 2023. 
  11. Habtom, Naman Karl-Thomas (21 de julio de 2023). «Cuando los golpes de Estado fallidos fortalecen a los líderes». War on the Rocks. Archivado desde com/2023/07/when-failed-coups-strengthen-leaders/ el original el 29 de julio de 2023. Consultado el 21 de julio de 2023. 
  12. a b Belkin, Aaron; Schofer, Evan (2003). «Toward a Structural Understanding of Coup Risk». Journal of Conflict Resolution 47 (5): 594-620. ISSN 0022-0027. S2CID 40848052. 
  13. Przeworski, Adam; Alvarez, Michael E.; Cheibub, Jose Antonio; Limongi, Fernando (2000). Democracy and Development: Political Institutions and Well-Being in the World, 1950–1990. Cambridge Studies in the Theory of Democracy. Cambridge University Press. ISBN 978-0-521-79379-7. Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2018. Consultado el 23 de febrero de 2016. 
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  15. Quinlivan, James T. (1 de enero de 2000). «Coup-Proofing». RAND Corporation. Archivado desde el original el 21 de octubre de 2019. Consultado el 20 de enero de 2016. 
  16. Talmadge, Caitlin (2015). The Dictator's Army: Battlefield Effectiveness in Authoritarian Regimes (en inglés). Cornell University Press. ISBN 978-1-5017-0175-7. Archivado desde el original el 3 de agosto de 2023. Consultado el 27 de mayo de 2022. 
  17. Talmadge, Caitlin (2016). «Different Threats, Different Militaries:Explaining Organizational Practices in Authoritarian Armies». Security Studies 25 (1): 111-141. ISSN 0963-6412. S2CID 3655994. 
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  25. «Banque de dépannage linguistique - état». Office québécois de la langue française. Archivado desde el original el 1 de julio de 2012. Consultado el 12 de diciembre de 2012. 
  26. Guerra civil de Julio César, 5 de enero del 49 a. C.
  27. Norfolk Chronicle, 13 de agosto de 1785: "Algunos piensan que se trata de un golpe de Estado que se presenta como preludio de una desagradable pieza posterior. Pero puedo asegurarles que el mencionado arret fue promulgado como consecuencia de innumerables quejas y murmullos que han llegado a oídos del Soberano. Nuestros comerciantes afirman que experimentan las mayores dificultades en el comercio con los ingleses".
  28. «unk». Kentish Gazette (Canterbury). 16 de octubre de 1804. p. 2. 
  29. a b Arrivillaga, Edgardo. «24 de marzo de 1976: un genuino golpe cívico militar que nadie quiere escribir.» Archivado el 15 de julio de 2008 en Wayback Machine. Inteligencia Estratégica, marzo de 2005.
  30. Finer, Samuel E. The Man on Horseback: the Role of Military in Politics, Londres, Pall Mall, 1962; Edición en español: Los militares en la política mundial, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1969.
  31. Finer, ob.cit.
  32. Safire, William (1991). «On Language; When Putsch Comes to Coup.» 22 de septiembre de 1991. The New York Times.
  33. «Dilma Rousseff: "Me enfrento a un golpe de Estado"». Diario La Nación. 18 de abril de 2016. 
  34. Por qué el impeachment contra Dilma Rousseff no es un golpe, Dario Mizrahi, Infobae, 20/12/2015
  35. Rocha de Barros, Celso (22 de abril de 2016). «La destitución de Dilma Rousseff no es un golpe de Estado, es una cortina de humo». New York Times en español. 
  36. En el caso de la Argentina, la Constitución Nacional dispone en el art. 36 que los actos sancionados por autoridades que tomaren el poder por medio de la fuerza, serán «insanablemente nulos».
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  38. «Central African Republic, 2008». Freedom House. 10 de mayo de 2004. Archivado desde el original el 24 de agosto de 2011. Consultado el 30 de julio de 2011. 

Bibliografía

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Enlaces externos

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