Gonzalo Mateo de Berrío , la enciclopedia libre

Gonzalo Mateo de Berrío
Información personal
Nacimiento 1554 Ver y modificar los datos en Wikidata
Granada (Corona de Castilla) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 1609 Ver y modificar los datos en Wikidata
Granada (Corona de Castilla) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Abogado, comediógrafo y poeta Ver y modificar los datos en Wikidata

Gonzalo Mateo de Berrío (Granada, ca. 1554 – ib., ca. 1609) fue un abogado, comediógrafo y poeta granadino. Se ha dicho que fue uno de “los más aventajados poetas dramáticos de fines del siglo XVI y principio del siguiente”.[1]​ También fue un ilustre abogado.

Biografía

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Se sabe que este ingenio nació en Granada, aproximadamente en 1554 y que murió “antes del 24 de octubre de 1609, pues en el acta de la sesión de Cortes celebrada este día, se dice: ‘Habiéndose entendido es muerto el licenciado Gonzalo de Berrío, y que ha vacado el salario que de letrado del reino tenía…’”.[2]​ Fue hijo de Bartolomé Luis de Berrío, un célebre abogado de la Chancillería granadina. Al igual que su padre, estudió la carrera de derecho, “graduándose de bachiller en leyes el 22 de abril de 1572”.[3]​ Poco después se hizo licenciado y ganó gran fama como jurista. Así lo expresa Lope de Vega en su Laurel de Apolo:

Mas ya quejoso el celo y el decoro

Del cristalino Dauro,

Quiere que tenga oposición el lauro;

Que bastará el doctísimo Berrío.

Jurisconsulto insigne,

Que á no temer que tanta envidia indigne.

Siendo tan lejos del intento mío,

Le antepusiera á cuantos

Ilustran becas y ennoblecen mantos.[4]

Su padre era un hombre de gran cultura y amigo de los más grandes literatos de España. Es posible que éste haya ejercido una gran influencia en su hijo por el gusto de las letras. Se conoce que Gonzalo Mateo de Berrío era asiduo participante de las tertulias literarias que se llevaban a cabo en la casa de los Granada Venegas, una familia ilustre de Granada.[5]​ Rodeado por este ambiente literario y cultural, Berrío escribe teatro y poesía. Se le sabe autor de varios sonetos y comedias teatrales. Agustín de Rojas afirma en su “Loa de la comedia” de Viaje entretenido que las comedias de “moros y cristianos”, género que floreció poco antes de que Cervantes o Francisco de la Cueva compusieran sus obras dramáticas, fue creación de Gonzalo Mateo de Berrío:

…después desto

se usaron otras, sin éstas,

de moros y de cristianos,

con ropas y tunicelas.

Estas empezó Berrío.[6]

Según La Barrera, ninguna de estas comedias fueron impresas y por lo tanto no se conservan hoy en día.[7]

Sobre sus virtudes como poeta y abogado, Bermúdez de Pedraza en sus Antigüedades y excelencias de Granada, folio 131, de la edición de Luis Sánchez de 1608 apunta que “su pluma no era menos delgada para escribir versos, que derechos”.[8]

Obras

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Su fama de gran poeta y dramaturgo contrasta tremendamente con la precariedad de la obra que se conserva de este autor. A pesar de que se le atribuye ser el creador de las comedias de “moros y cristianos”, no existe ningún ejemplar de estas obras. Lo mismo ocurre con su poesía. De lo poco que se conserva de este género, se destaca un soneto suyo, “Estrago de amor”, publicado en la Primera parte de las flores de poetas ilustres de España (1605) de Pedro de Espinosa:

No estraga en batallón de armada gente                    

Tanto la bala del cañón fogoso,                      

Ni el rayo celestial, que impetuoso                  

Al suelo baja de la nube ardiente.                   


Ni el ábrego horrísono y valiente                  

En las flotas del mar tempestuoso.                    

Ni el fuego que con ímpetu furioso                

Del monte ciñe la salvaje frente.                    


Cuanto estraga el amor el pecho amante,

Amando en parte donde no es amado,           

que es un linaje de infernal tormento.            

Tanto que es a la gloria semejante,                 

Con esta mortal furia comparado,                   

Rayo, bala, naufragio, fuego y viento.[9]

También se conoce que fue él quien firmó las aprobaciones de las tres primeras partes de Templo militante de Bartolomé Cairasco de Figueroa.

Canto de Calíope

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Gonzalo Mateo de Berrío encabeza los elogios a ingenios granadinos en el "Canto de Calíope" de Miguel de Cervantes. En la octava 58 del canto dice:

Tú, Dauro, de oro conoscido rio,

cual bien agora puedes señalarte,

y con nueva corriente y nuevo brio

al apartado Idaspe auentajarte,

pues Gonzalo Matheo de Berrio

tanto procura con su ingenio honrarte,

que ya tu nombre la parlera fama,

por el, por todo el mundo le derrama.[10]

Pág. de un ejemplar de la obra de Lope de Vega
La Dorotea conservado en la BNE; se nombra
en este párrafo a Berrío y a otros escritores.[11]

Bibliografía

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  • Blanco Sánchez, Antonio. Entre Fray Luis y Quevedo: en busca de Francisco de la Torre. Gráficas Cervantes, 1982.
  • Bonilla, Adolfo y Rodolfo Schevill. Obras completas de Miguel de Cervantes Saavedra: La Galatea, tomo II. B. Rodríguez, 1914.
  • Espinosa, Pedro. Primera parte de las flores de poetas ilustres de España, dividida en dos libros. Valladolid, 1605.
  • La Barrera y Leirado, Cayetano Alberto. Catálogo bibliográfico y biográfico del teatro antiguo español, desde sus orígenes hasta mediados del siglo XVIII. Gredos, 1969.
  • Lope de Vega. Laurel de Apolo. Vol. 32. Alinea Editrice, 2002.
  • García-Arenal, Mercedes, and Fernando Rodríguez Mediano. "Médico, traductor, inventor: Miguel de Luna, cristiano arábigo de Granada". Chronica Nova. Revista de Historia Moderna de la Universidad de Granada, Vol. 32, 2006, pp. 187-231.
  • Marín, Luis Astrana. Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra: con mil documentos hasta ahora inéditos y numerosas ilustraciones y grabados de época. Vol. 3. Editorial Reus, 1951.
  • Navarro Durán, Rosa. "Esdrújulos inéditos de Bartolomé Cairasco de Figueroa". Revista de Filología de la Universidad de La Laguna, Vol. 1, 1982, pp.13-34.
  • Rodríguez de Ardila y Escabias, Gabriel. “Apuntes bibliográficos de algunos poetas granadinos de los siglos XVI y XVII” (continuación). Revista de archivos, bibliotecas y museos, no. 5 y 6, 1909, pp. 424-29.
  • Rojas, Agustín de. El viaje entretenido. Madrid, 1604.
  • Schevill, Rudolph, and Adolfo. Obras completas de Miguel de Cervantes Saavedra. Vol. 2. Imprenta de Bernardo Rodríguez, 1914.

Notas y referencias

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  1. La Barrera y Leirado, Cayetano Alberto. Catálogo bibliográfico y biográfico del teatro antiguo español, desde sus orígenes hasta mediados del siglo XVIII. Gredos, 1969. p. 39.
  2. Navarro Durán, Rosa. "Esdrújulos inéditos de Bartolomé Cairasco de Figueroa". Revista de Filología de la Universidad de La Laguna, Vol. 1, 1982, pp.13-34.p. 24.
  3. Rodríguez de Ardila y Escabias, Gabriel. “Apuntes bibliográficos de algunos poetas granadinos de los siglos XVI y XVII” (continuación). Revista de archivos, bibliotecas y museos, no. 5 y 6, 1909, pp. 427.
  4. Lope de Vega. Laurel de Apolo. Vol. 32. Alinea Editrice, 2002. p. 142
  5. García-Arenal, Mercedes, and Fernando Rodríguez Mediano. "Médico, traductor, inventor: Miguel de Luna, cristiano arábigo de Granada". Chronica Nova. Revista de Historia Moderna de la Universidad de Granada, Vol. 32, 2006, pp. 204.
  6. Rojas, Agustín de. El viaje entretenido. Madrid, 1604. pp. 144
  7. La Barrera y Leirado, Cayetano Alberto. Catálogo bibliográfico y biográfico del teatro antiguo español, desde sus orígenes hasta mediados del siglo XVIII. Gredos, 1969. pp. 39.
  8. Blanco Sánchez, Antonio. Entre Fray Luis y Quevedo: en busca de Francisco de la Torre. Gráficas Cervantes, 1982. pp. 237.
  9. Espinosa, Pedro. Primera parte de las flores de poetas ilustres de España, dividida en dos libros. Valladolid, 1605. pp. 116v.
  10. Bonilla y Schevill 226
  11. El texto dice así:
    «Francisco de Figueroa y Fernando de Herrera, que entrambos han merecido nombres de divinos; Pedro Padilla, el doctor Campuzano, López Maldonado, Miguel Cervantes, el jurado Rufos, el doctor Soto, don Alonso de Ercilla, Liñán de Riaza, don Luis de Vargas Manrique, don Francisco de la Cueva y el Licenciado Berrio, y este Lope de Vega que comienza agora.

    LUD.— ¿Esos son todos los que hay ahora en España?

    CÉS.— Déstos tengo noticia, y de Bautista de Vivar, monstro de naturaleza en decir versos de improviso con admirable impulso de las musas, y aquel furor poético que en su Platón divide Marsilio Ficino en cuatro partes.»

Enlaces externos

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