Nucleína , la enciclopedia libre

El descubrimiento de los ácidos nucleicos se debe a Friedrich Miescher (1869), quien trabajando con leucocitos y espermatozoides de salmón obtuvo una sustancia rica en carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y un porcentaje elevado de fósforo. A esta sustancia se la llamó en un principio nucleína, por encontrarse en el núcleo.

Años más tarde, se fragmentó esta nucleína separando un componente proteico y un grupo prostético; a este último, por ser ácido, se le llamó ácido nucleico.

En los años 30, Kossel comprobó que tenían una estructura bastante compleja.

En 1953, Francis Crick y James Dewey Watson descubrieron la estructura tridimensional de uno de estos ácidos, concretamente del ácido desoxirribonucleico (ADN).