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Sofía de Wurtemberg

Retrato de la reina Sofía por Franz Xaver Winterhalter (1863).

Reina consorte de los Países Bajos
17 de marzo de 1849-3 de junio de 1877
(28 años)
Predecesor Ana Pávlovna de Rusia
Sucesor Emma de Waldeck-Pyrmont

Gran duquesa consorte de Luxemburgo
17 de marzo de 1849-3 de junio de 1877
(28 años)
Predecesor Ana Pávlovna de Rusia
Sucesor Emma de Waldeck-Pyrmont
Información personal
Nombre completo Sofía Federica Matilde
Otros títulos Princesa de Wurtemberg
Nacimiento 17 de junio de 1818
Bandera de Reino de Wurtemberg Stuttgart, Reino de Wurtemberg
Fallecimiento 3 de junio de 1877 (58 años)
Bandera de los Países Bajos Palacio Huis ten Bosch, La Haya, Reino de los Países Bajos
Sepultura Nieuwe Kerk, Delft
Familia
Casa real Wurtemberg
Padre Guillermo I de Wurtemberg
Madre Catalina Pávlovna de Rusia
Cónyuge Guillermo III de los Países Bajos
Hijos

Sofía Federica Matilde de Wurtemberg (Stuttgart, 17 de junio de 1818-La Haya, 3 de junio de 1877) fue reina de los Países Bajos y gran duquesa de Luxemburgo desde el 17 de marzo de 1849 hasta su muerte, como la primera esposa del rey Guillermo III de los Países Bajos. Era hija del rey Guillermo I de Wurtemberg y de su segunda esposa, la gran duquesa Catalina Pávlovna de Rusia.

Biografía

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Juventud

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Una joven princesa Sofía.

La princesa Sofía nació en Stuttgart como la hija del rey Guillermo I de Wurtemberg y de la gran duquesa Catalina Pávlovna de Rusia, hija del zar Pablo I de Rusia. Sofía y su posterior esposo, Guillermo (hijo de la hermana de Catalina, Ana Pávlovna de Rusia), eran primos. Siete meses después del nacimiento de Sofía, su madre murió, tras lo cual fue educada por su tía Catalina de Wurtemberg, esposa de Jerónimo Bonaparte. Sofía también era prima de los zares rusos Alejandro I y Nicolás I.

El rey Otón I de Grecia se interesó por casarse con la princesa, considerando una señal que en griego Sofía signifique sabiduría. Pero el rey de Wurtemberg no tenía fe en el futuro del recién establecido Reino de Grecia y rechazó sus pretensiones. Conoció por primera vez al príncipe heredero holandés Guillermo, el posterior rey Guillermo III, alrededor de su quinto cumpleaños, cuando participaron en una carrera de burros. La segunda reunión sería catorce años más tarde en La Haya y en la tercera en Wurtemberg, en 1837, cuando Guillermo pidió su mano. Su padre creía que Guillermo era un excelente partido para su hija, pero a Sofía no le gustaba y pidió que le permitieran pensárselo. Aunque no estaba enamorada de otra persona, más tarde escribiría en sus memorias que soñaba con casarse con el duque Guillermo de Brunswick, al que conoció en un baile en la época en que Guillermo le había pedido que se casara con el. Él fue muy cortés con ella y Sofía quedó impresionada, pero al día siguiente se mostró muy frío, por lo que ella decidió elegir al príncipe holandés. Solo después de que Sofía aceptara se presentó la propuesta de matrimonio oficial.

La madre de Guillermo, Ana Pávlovna, se opuso firmemente al matrimonio, pues no le gustaba Sofía, a pesar de ser su sobrina. Durante el resto de su vida, Ana Pávlovna trató a su nuera con desprecio, pero cuando Sofía se convirtió en la reina, trató de igual manera a su suegra.

Matrimonio

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La pareja se casó el 18 de junio de 1839 en Stuttgart, instalándose después en La Haya. El matrimonio fue mal desde el principio, en parte debido a los asuntos extramaritales que Guillermo no se preocupaba en ocultar. Por otra parte, ambos consortes chocaban ideológicamente, ya que la princesa wurtemburguesa era una intelectual liberal declarada, que detestaba el absolutismo autoritario y muy especialmente el ejército. Guillermo III no se molestó en comprender la mentalidad de su esposa, y en una de sus peleas le prohibió asistir a las tertulias intelectuales a las que la reina consorte era muy aficionada. Sofía, a su vez, sufría de ataques histéricos, por lo que buscó curación varias veces en la ciudad balneario de Bad Ems.

Sofía tuvo tres hijos con Guillermo:

  • Guillermo (Willem Nicolaas Alexander Frederik Karel Hendrik) (1840-1879), heredero al trono holandés desde 1849 hasta su muerte.
  • Mauricio (Willem Frederik Maurits Alexander Hendrik Karel) (1843-1850).
  • Alejandro (Willem Alexander Karel Hendrik Frederik) (1851-1884), heredero al trono desde 1879 hasta su muerte.

Ya en 1842, Sofía pretendía vivir separada de su esposo. En una carta a su suegro, el rey Guillermo II, le dijo que su esposo la estaba amenazando y maltratando. La obligaba a "actos escandalosos que lastiman la moral y la dignidad de toda mujer". "Mi situación es insostenible", continuaba Sofía. Le pidió al rey que "le concediera un lugar de refugio donde sea. No estoy pidiendo dinero. Me han ofrecido un refugio donde podría vivir tranquilamente..." No le fue otorgado y continuaría viviendo con su esposo.

La situación no mejoró con el tiempo. En el verano de 1846, Guillermo entró corriendo a su habitación y comenzó a arañarle el cuello, la garganta y los brazos con las uñas, según Sofía sin razón. Se vio obligada a usar guantes largos para evitar que otros vieran los rasguños en sus brazos. El 17 de marzo de 1849, su suegro murió y su esposo se convirtió en rey de los Países Bajos, gran duque de Luxemburgo y duque de Limburgo, y se mudó con su esposo al palacio Noordeinde en La Haya. El 4 de junio de 1850, su segundo hijo murió de meningitis, rompiéndole el corazón. El rey consideró a la reina Sofía responsable por no haber querido que lo tratase el médico de la corte, en quien ella no confiaba.

La Reina Sofía de los Países Bajos.

La probada fertilidad de Sofía no trajo la felicidad matrimonial, y ella siempre mantuvo que quería divorciarse de su esposo. En 1851, Guillermo le permitió que investigara las posibilidades. Finalmente, se llegó a la firma de un acuerdo por escrito el 25 de diciembre de 1855 por el cual, sin la intervención de un juez, se hizo una separación legal. También se registró la promesa de que si Guillermo abdicara como rey, habría un divorcio formal. A Guillermo se le asignó la autoridad sobre su hijo mayor, con la obligación de que visitara a su madre regularmente. El hijo menor, que tenía cuatro años en ese momento, fue puesto bajo la autoridad de su madre hasta que tuvo nueve años. A Sofía se le asignó el palacio Huis ten Bosch como residencia. En invierno se le permitía quedarse en el palacio Noordeinde, también residencia de Guillermo en esa época del año, pero cada uno tenía su espacio, llevando vidas separadas y ninguno de los dos podía visitar al otro sin permiso. Sofía y Guillermo tuvieron que abstenerse de "acusaciones o alusiones, que podrían dañar el honor o la dignidad del otro". En ocasiones oficiales se vieron obligados a mantener las apariencias y continuar comportándose como pareja. El acuerdo fue firmado conjuntamente por algunos testigos y mantenido oculto al mundo exterior.

En sus memorias, escritas entre 1865 y 1866, describiría a su esposo como "...una persona con trastornos mentales... Esta mezcla impredecible de absurdo, inhumanidad y necedad, con momentos de benevolencia y justicia de por medio".

Guillermo III tuvo varias amantes durante su vida de casado con Sofía. No es posible decir con certeza si ella también tuvo uno o más amantes, circularon rumores de que en la primera mitad de los años cincuenta podría haber mantenido una relación con el jonkheer Willem Frederik Tindal. Estos rumores también llegaron a su esposo. A petición de Sofía, Tindal se convirtió en el guardián de cámara, pero fue despedido en 1865. El motivo de su despido no se hizo público. En 1857, conoció a Lord William Frederick Villiers, cuarto conde de Clarendon y dieciocho años mayor, con el que mantuvo correspondencia durante mucho tiempo. La correspondencia se realizaba a través de intermediarios y otros escribieron las direcciones en los sobres. Se encontraban en secreto. Ella escribió sus memorias para él.

Contactos internacionales y vida cultural

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Sofía fotografiada como reina alrededor de 1870.

Guillermo estaba interesado en el arte contemporáneo, la música y el teatro, mientras que a Sofía le gustaban las artes. Se carteaba con académicos y estadistas europeos, en resumen con los grandes de su tiempo, hablaba con fluidez varios idiomas y mantenía estrechos lazos con el emperador francés Napoleón III, con quien estaba relacionada a través de la hermana de su padre, la princesa Catalina de Wurtemberg. También mantenía correspondencia habitual con la reina Victoria del Reino Unido, la cual consideraba a Guillermo como un «gran patán maleducado». Publicó artículos en la prestigiosa revista "Revue des deux Mondes". Su lista de lectura muestra que, además de Stendhal, también leía a Jean-Jacques Rousseau, Lord Byron, Tácito y Benjamin Constant. Mantenía correspondencia con el historiador Leopold von Ranke, el arqueólogo Heinrich Schliemann, el político Adolphe Thiers, y el historiador John Lothrop. Era una visitante habitual del Pulchri Studio de La Haya y visitaba a artistas como Bosboom e Israëls en su estudio, y recibió a artistas como Jongkind y Pieneman en el palacio. El pintor, grabador y litógrafo Andreas Schelfhout solía entretener a Sofía imitando a la gente de La Haya, incluso hizo una parodia de su esposo.

Opiniones políticas

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Sofía de Wurtemberg no veía ninguna forma de estabilidad en la monarquía. En ese sentido, se expresó de la siguiente manera: "Los holandeses nos retendrán todo el tiempo que sea necesario, es decir, mientras nuestro nombre, Orange, forme una base común para los diversos partidos políticos; tan pronto como este ya no sea el caso, nos enviarán lejos".

Sofía apoyó al líder liberal Johan Rudolf Thorbecke, mientras que su esposo lo detestaba.

Patronazgo

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Su visita y donación al hospital de niños en Róterdam en 1869 llevó a este hospital a llamarse Sophia Kinderziekenhuis (Hospital de Niños Sofía) desde 1870. Sofía fue mecenas de la Asociación General de Mujeres Neerlandesas Arbeid Adelt de Betsy Perk, la Asociación Reina Sofía para la Protección de los Animales, y la Asociación para la Promoción del Cristianismo entre los chinos, que fue fundada por su médico personal en 1867 y que participó en la misión a China.

Muerte

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La reina Sofía murió poco antes de cumplir los 59 años en el Palacio Huis ten Bosch, en Wassenaar. El informe de los médicos mostró que sus pulmones, hígado, intestinos y vesícula biliar estaban afectados. Las paredes del corazón eran "casi de vellón". Siguiendo sus deseos, no fue embalsamada (como era tradición en la Casa de Orange) y vestida con su vestido de novia, porque, según sus propias palabras, su vida había terminado el día de su boda. Sus restos fueron depositados en la cripta de los Orange de Nieuwe Kerk en Delft, el 20 de junio.

Todos sus hijos murieron antes que su padre, por lo que Guillermo III contraería segundas nupcias con Emma de Waldeck-Pyrmont para garantizar la continuidad dinástica de la Casa de Orange-Nassau.

Ancestros

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Títulos y tratamientos

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   17 de enero de 1818-18 de enero de 1839:   Su alteza real la princesa Sofía de Wurtemberg   
   18 de enero de 1839-7 de marzo de 1849:   Su alteza real la princesa de Orange   
   7 de marzo de 1849-3 de enero de 187:   Su majestad la reina de los Países Bajos   

Distinciones honoríficas

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Referencias

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  1. Guía de forasteros en Madrid para el año de 1864. En la Imprenta Nacional. 1864. Consultado el 19 de febrero de 2019. 
  2. Guía oficial de España. Imprenta Nacional. 1876. Consultado el 26 de noviembre de 2018. 
  3. Olvera Ayes, David A. (2020). La Orden Imperial de San Carlos. Cuadernos del Cronista Editores. 

Enlaces externos

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